lunes, 7 de junio de 2010

LA DECADENCIA DE UN RÉGIMEN

El “régimen socialista andaluz”, instalado en el poder hace ya más de 30 años, viene dando cada vez más y más evidentes signos de decadencia. Los andaluces han sabido ver esa decadencia, según se ha comprobado cómo el voto socialista se ha ido reduciendo, y cómo el apoyo de sus bases se va debilitando cada vez más. Esos gobiernos socialistas que han disfrutado de tanta confianza del pueblo, han respondido de forma mediocre, hasta acabar decepcionando a la gente que los votó. Paro, desempleo, endeudamiento excesivo, aborto sin apoyo a las madres, embargos a las familias, jóvenes sin futuro laboral, vuelta al rencor, al odio superado de la guerra civil, desprecio al espíritu de la transición, pensionistas con recortes en sus pensiones, listas de espera monstruosas en la sanidad. etc., etc. Problemas que no han resuelto en decenas de años en el poder, y que también son extensibles a otras áreas de la política nacional, bien sean del gobierno de la nación, o bien sean del gobierno de las administraciones locales. Son como distintas ediciones, pero de un mismo libro doctrinal.

¿Por cierto, los sindicatos, principalmente UGT, y CCOO, existen, o están en paro y sin sueldos? ¿Da la impresión que están escondidos, o lo que sería peor, colaborando con el poder? Desde luego, al lado de las aparadoras no se les ve mucho… ni con el calzado,… ni con el mueble, ¿¿dónde narices están??

A nivel nacional, se percibe la triste impresión que con las enormes cantidades de dinero en subvenciones que reciben del gobierno, no se atreven a protestar, como si sus principales metas ya estuvieran conseguidas, sin acordarse de aquéllos que caen en la desesperación porque se quedan sin trabajo. Con Tojo y Cándido Méndez nace un sentimiento de vergüenza que no se pude disimular. Por sus estrategias basadas en la ideología, parecen despreciar a los trabajadores, y parecen mostrar gran cercanía de quienes tienen esa misma ideología de izquierdas. Están lejos de comprender que la ideología importa un pepino a quien no tiene comida que llevar a su familia porque no tiene trabajo. Están lejos de comprender que hace ya mucho que debían haber luchado contra el gobierno de Zapatero, para pedirle que hiciera la reforma laboral que no quería hacer, y que después Europa le ha obligado a realizar. Pero han callado, mientras Zapatero se negaba a reformar la política laboral, a recortar el gasto, a plantar cara de verdad a las espantosas cifras de desempleo, el cual ha venido aumentando hasta niveles imposibles de asumir en un país desarrollado. Es más, parecen insistir en defender unos logros, que si bien pueden ser ventajosos a priori pueden, en la actual situación, resultar en un engorde lamentable de las cifras del paro, lo que sería un gravísimo error, que pagaría precisamente la clase obrera.

La gravedad del momento es tremenda. En Valverde, donde también hemos tenido de forma ininterrumpida y durante muchos años al PSOE en el poder, podemos ver una situación económica desesperada, con un actual Equipo de Gobierno que es parte del problema, en lugar de ser parte de la solución, dando la triste imagen de ser incapaz de poner coto al gasto, al despilfarro, y a la desfachatez. Cejudo parece anteponer sus intereses a los intereses de los valverdeños. Es fácil ver cómo elige lugares céntricos, y visibles para hacer obras, posiblemente para aparentar que se hacen cosas desde el gobierno socialista de nuestra ciudad. Pero también es fácil ver que suelen ser obras no prioritarias, y por ello innecesarias; es fácil ver que quita y pone aceras con poco acierto, mostrando al parecer, un enorme desprecio por el dinero de los valverdeños, en lugar de gastarlo donde hace más falta, como por ejemplo, en las casas de autoconstrucción, o en reducir la deuda del ayuntamiento, etc. Parecen políticos sin fuerza; parece que se tapan los oídos ante el dolor de tantos jóvenes que son despedidos día tras día, semana tras semana, años tras año. Dan la impresión de que contratan asesores, y asesores, para cubrir repetidas ausencias por problemas personales; dan la imagen de políticos que se denuncian entre sí, para después sentarse en la misma mesa para repartirse la tarta del poder, como si nada hubiera pasado; con sueldos muy grandes, y muy alejados de los sueldos de los trabajadores a los que dicen defender; sin sentir honda vergüenza, y mientras cada vez es más difícil para esos trabajadores cobrar cada primeros de mes; mientras nuestras empresas van al cierre, y con ello apagan la luz de nuestro camino como pueblo.

Esta es la herencia triste, de tierra seca y quemada que está dejando este alcalde como ejemplo de la decadencia socialista. Un equipo de gobierno que nos puede llevar a la ruina moral y económica. Pero Valverde ya está harto de esta situación. Valverde hablará en las próximas elecciones locales, y cuando lo haga temblaran tantos cargos, y tantos que los rodean, y hasta el alcalde comprenderá que le ha llegado la hora de abandonar el poder. La pregunta es si sabrá asumirlo, o no sabrá. Porque estamos hablando de un político que por lógica debía haber dejado el poder local cuando tuvo la presidencia de la Diputación. Estamos hablando también de un político que cuando dejó la Diputación para cuidar de su salud, decidió mantener la Alcaldía, y asumir varias concejalías, a la vez que el Senado, a pesar del vacío que ha producido en el puesto por razones de enfermedad (aprovecho para darle todo mi apoyo y ánimos en lo personal), mientras, al parecer, contrataba asesores que le cubrirían el expediente. Ya ven Vds. la imagen que trasmite el edil socialista, cuando lo más sensato, hubiera sido asumir una reducción de su actividad política, evitando acumular tantos cargos, y sin forzar la situación hasta el extremo, por lo que a todas luces parece ser un caso enfermizo de apego al poder, y en un momento de problemas personales añadidos.

Un excesivo apego al poder que podría haberle vuelto contra los suyos, con un ejemplo triste en la persona del excelente político, D. José Manuel Macías, ex-concejal socialista, y buen servidor público en mi humilde opinión. Incansable luchador por los intereses de Valverde, no me duelen prendas decirlo, aunque yo sea PePero hasta la médula, por su gran valía, como político, y como persona. Sin embargo un Cejudo que parece descentrado y perdido, habría acabado volviéndose contra uno de los principales valores del entonces equipo de gobierno. Es un ejemplo de una descomposición que por mucho que se haya querido ocultar acaba por conocerse. ¿A dónde vamos a llegar? Valverde lo sabe. Valverde pondrá a Cejudo en su sitio en las próximas elecciones. El poder que tanto puede corromper, el poder que en Andalucía lleva ya más de treinta años en las manos de una izquierda que atranca el futuro de todos, está ahogando y condenando a Andalucía.

Cuando pasan tantos años y no se da una alternancia en un gobierno andaluz o en un gobierno local, se puede llegar a ver cómo se va instaurando una situación de aire viciado, de instituciones agarrotadas, de callejón sin salida, de perder el futuro y la esperanza, todo por culpa de un gobierno asfixiante.

A Valverde también llegará el aire fresco, como a Andalucía entera, y a España misma.


Fdo: Fernando González.

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